El valor del ciclo del residuo

Concebimos la generación de Biogás como el medio más eficiente de mantener el ciclo cerrado que permite minimizar la extracción de elementos fertilizantes de la naturaleza, los N P K tan necesarios en la agricultura. Nitrógeno, Fósforo y Potasio.

Los seres humanos hemos desarrollados una industria alimentaria con una capacidad de consumo de recursos naturales extraordinaria. Por lo general gran parte de estos recursos han sido devueltos al ciclo natural tras largos períodos de tiempo y debido a procesos naturales con una intervención humana muy limitada.

En nuestras plantas, el residuo orgánico de tipo animal , vegetal y en general el procedente de la industria alimentaria, es sometido a un intenso proceso de digestión anaerobia (en ausencia de oxigeno) que dará lugar a un digestato libre de patógenos, con menor carga orgánica que mantendrá sus niveles de N P K. La estrategia consiste en devolver a la tierra parte de lo que extraemos  en cada proceso de la transformación alimentaria y a una velocidad igual a la que se produce cuando se extraen de ella.

La valorización del residuo orgánico, consiguiendo energía eléctrica y térmica y la posibilidad de reincorporar a la tierra en un plazo tan corto elementos de tanto valor, como el Nitrógeno el Fósforo y el Potasio, posibilitan que el ciclo que comenzó cuando los vegetales absorbían estos nutrientes, que mas tarde se convirtieron en harinas, vegetales, frutas, hortalizas, alimentos para el ganado y para el ser humano, convierten a esta tecnología en la protagonista de un proceso sin igual.

1 m3 biogás equivale a la energía de 0.65 m3 de gas natural y puede llegar a producir 2.1 kWh de energía eléctrica renovable. Nuestras plantas de Biogás de 1000 Kw evitan de manera directa la emisión de 25.000 toneladas al año de CO₂ y puede procesar de 22.000 a 30.000 toneladas al año de residuos orgánicos.